Del 28 de junio al 6 de julio, tuvimos el privilegio de sumergirnos en la vibrante ciudad de Miami para participar en el Miami Tropics Camp. Esta experiencia no solo fue un viaje deportivo, sino una oportunidad única para crecer y aprender en múltiples niveles.
Durante nuestra estadía, exploramos los emblemáticos parques de Miami, disfrutamos de las espectaculares playas y exploramos algunos de los malls más grandes del mundo. Además, visitamos el imponente Estadio Miami Heat, sumergiéndonos en la cultura del baloncesto local y recibiendo inspiración de una de las grandes ligas deportivas de Estados Unidos.
El corazón del campamento se desarrolló del 1 al 4 de julio, días intensos llenos de entrenamientos, competiciones y la oportunidad de demostrar nuestras habilidades frente a coaches y scouts de renombre internacional. Es en estos momentos donde cada participante pudo experimentar el verdadero significado de superación y dedicación en el deporte.
Esta experiencia no solo nos mostró las oportunidades que existen para todos, sino que también rompió el mito de que el dinero es un limitante. En Club Promesas, creemos firmemente que existen innumerables maneras de alcanzar nuestros sueños y estamos comprometidos a ayudar a nuestros deportistas a encontrar esos recursos.
Además del aspecto deportivo, lo más valioso fue la unión y la confianza que se forjaron entre todos los participantes. Conocimos nuevas personas, compartimos experiencias con deportistas de todo el mundo y aprendimos de coaches que nos inspiraron a alcanzar nuestras metas más altas.
Una de las diferencias más notables que nuestros deportistas encontraron fue la intensidad, el carácter, la entrenabilidad, el juego individual del baloncesto americano; El cual nos deja cierta controversia frente a nuestra filosofía de juego, enfocada en el juego colectivo, primando por encima del talento individual. La exigencia y el nivel de competencia nos desafiaron a elevar nuestro juego y a adoptar nuevas estrategias y técnicas. Este contraste cultural enriqueció nuestra experiencia, ampliando nuestros horizontes y preparándonos para enfrentar nuevos desafíos en el deporte
En resumen, el Miami Tropics Camp fue más que una experiencia deportiva; fue un viaje transformador que todos deberían vivir. Las lecciones aprendidas, las conexiones establecidas y el crecimiento personal que experimentamos son tesoros que llevaremos con nosotros para siempre. Esta vivencia no solo cambia nuestra perspectiva deportiva, sino que también abre nuestras mentes a nuevas culturas y horizontes.